Iglesia Emergente
Si se hubiera aceptado de todo corazón el mensaje profético de Ellen White, no se habría podido rechazar "en gran medida" el mensaje preciosísimo que el Señor, en su misericordia, nos trajo en Minneapolis -en 1888- mediante los pastores Jones y Waggoner. El rechazo a ambos va paralelo, y tiene el mismo significado: rechazo al Espíritu Santo. En el primer caso, debido a que el Espíritu de profecía es el Espíritu Santo. En el segundo, debido a que el mensaje dado en Minneapolis constituía el comienzo de los aguaceros de la lluvia tardía, por lo tanto, se trata también de rechazo al Espíritu Santo. En Juan 14:17 y 16:13, Jesús dijo del Consolador que es el "Espíritu de verdad". Todo rechazo a Cristo, al Espíritu Santo, a la Verdad, ha de tener consecuencias graves. La sociedad que nos rodea está rechazando la religión, en favor de una nueva "espiritualidad" sin referencias ni absolutos. Se trata de una espiritualidad desprovista del elemento central en la religión: Dios, Cristo, la Verdad. La genuina espiritualidad tiene siempre su base y centro en la Verdad. Rechazando la verdad, la espiritualidad degenera en espiritismo. Ese está siendo el camino "emergente" seguido por el cristianismo popular. ¿Podrá la iglesia remanente recuperar la verdad que se le escapó en 1888 al rechazar al Espíritu de verdad?, ¿o bien habrá de seguir el mismo curso siniestro que las iglesias caídas? Cristo está llamando a la puerta; todo el Cielo espera impaciente que demos el buen paso del que habla Apocalipsis 3:19. Es con dolor de corazón como vemos cumplir las predicciones de Ellen White relativas a los intentos de incursión del espiritismo de la iglesia emergente en la Iglesia remanente. Nuestro foco principal es la promoción del mensaje de la verdad tal cual es en Jesús, en positivo. Pero en vista de acontecimientos que afectan a nuestro pueblo, nos hemos sentido compelidos a advertir sobre los peligros del espiritismo refinado del movimiento emergente y su propósito de engañar, si fuese posible, a los mismos escogidos. "El Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios" 1 Timoteo 4:1
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