El yoga “cristiano” y los veinticinco
LB, 22/3/2016
“Oxímoron” es una palabra que compartimos con el mundo anglosajón. Para ellos es un término común, mientras que para nosotros es de uso excepcional. Muchos no han oído o leído nunca esa palabra. Intento copiar aquí la definición de mi diccionario Espasa de 1985 y... ¡no existe! La siguiente es una de las definiciones encontrada en Internet:
“Un oxímoron es la combinación de dos conceptos de significado contradictorio en una misma palabra o expresión”.
Aunque la palabra no es de uso común, el concepto que encierra es de uso muy común en la literatura poética. Estos son algunos ejemplos:
· “Mis libros están llenos de vacíos”
· “Había en su andar una graciosa torpeza”
· “Se produjo un silencio ensordecedor”
El yoga cristiano es un oxímoron. Es como la idolatría cristiana, como la pornografía cristiana o como el rock cristiano... En el “cristianismo” contemporáneo hay muchos oximorones (sin acento en plural, como ‘carácter’). De hecho, el oxímoron ha sido el eterno acompañante del cristianismo apóstata en todas las edades. Torturar a los mártires durante la inquisición, por amor a sus almas y en nombre de Dios, es un oxímoron; como lo es la máxima jesuita de que el fin justifica los medios. ¿Ha recurrido Dios a alguna trampa, extorsión, crimen o mentira, en su trato con el problema del pecado y procura de salvar a los pecadores? En el reino de Dios, los medios son tan puros como el fin: ¡todo es ahí consistente!
Imagina esto: un día encuentras al anciano encargado del departamento de jóvenes de tu iglesia sentado en el banco de un parque. Al acercarte a saludarlo observas con sorpresa que está pasando las cuentas de un rosario. Él adivina inmediatamente el motivo de tu intriga y te tranquiliza así: ‘¡No creerás que me he pasado al catolicismo, eh! Es sólo que tengo artrosis en las manos, y este ejercicio me ayuda a aliviarla’.
Te vas pensativo al principio, pero enseguida te reprochas haber dudado de la integridad de aquel querido anciano de tu iglesia, e intentas olvidar el incidente.
Otro día vas de excursión por el monte, y ante una de las capillas improvisadas que hay al lado del sendero encuentras al mismo anciano postrado ante la virgen junto a otras personas que no conoces. Al verte, te sonríe, y te explica los beneficios de aquella postura para la columna lumbar y para la distensión de la musculatura paravertebral: ‘Naturalmente, la estatua no representa nada para mí; practico una gimnasia postural que es idéntica a la de mis acompañantes, pero totalmente al margen de una fe como la de ellos’.
Esta vez acabas la excursión más bien perplejo. Al llegar a casa ves en la mesa de tu hijo adolescente un libro cuyo autor es un místico católico o un místico protestante. —‘Hijo: ¿quién te ha recomendado este libro?’ Tu hijo se apresura a tranquilizarte, haciéndote saber que quien recomienda el libro es el anciano de iglesia encargado de los jóvenes.
Telefoneas al anciano del parque y de la excursión, por si es él quien le ha recomendado el libro, y es así. Entonces recuerdas esta cita que el Espíritu de profecía dirige a los jóvenes:
No os permitáis abrir las tapas de un libro cuestionable. Hay una fascinación infernal en la literatura de Satanás. Esa es la poderosa batería mediante la cual derriba una fe religiosa sencilla. Nunca sintáis que sois suficientemente fuertes para leer libros de infieles, pues contienen veneno como el de una serpiente. No pueden haceros bien, e irremediablemente os harán mal. Al leerlos estaréis inhalando las miasmas del infierno. Serán como una corriente de agua corrompida para vuestra alma, contaminando la mente, manteniéndola en el laberinto del escepticismo y haciéndola terrena y sensual. Esos libros han sido escritos por hombres a quienes Satanás emplea como agentes suyos; y por su medio se propone confundir la mente, separar los afectos de Dios y robar de vuestro Creador la reverencia y gratitud que sus obras merecen (Youth’s Instructor, 10 septiembre 1884).
El siguiente sábado es aquel anciano quien tiene la predicación. En ella resalta la centralidad y universalidad de Jesús, su apertura a todas las personas y culturas, señala lo relativo de todas las cosas, y en cierto momento hace esta paráfrasis de las palabras de Jesús en Mateo 11:28: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar...” de vuestra neurosis religiosa. Ves como sonríen encantados los más jóvenes.
La ilustración anterior es totalmente imaginaria, pero pensando en ella surge la cuestión de si la buena fe debiera tener algo así como límites... Parece que sí, en vista de las numerosas advertencias que el Señor nos ha dado, tanto en la Biblia como en los escritos de Ellen White, y doblemente a la vista de nuestra historia denominacional.
El yoga cristiano no existe. Sí existe el oxímoron, como también el disimulo y la pretensión. El yoga y el cristianismo son mutuamente excluyentes: o es Cristo y el cristianismo, o el yoga y el hinduismo. ¿Hay cristianos que hacen yoga? —Tanto como cristianos hay que practican la adivinación: depende de cómo definamos qué es ser cristiano.
¿Y qué diremos del yoga “adventista”? ¿Existe? —Si es que existiera el hinduismo “remanente”, uno que predicara el mensaje del lugar santísimo del santuario y el mensaje de los tres ángeles, entonces quizá pudiera existir un yoga adventista. No parece probable. Si el yoga es antagónico con el cristianismo, si se opone al propio concepto de Dios, de pecado y de gracia, ¿qué no será respecto al ministerio de Cristo en el lugar santísimo del santuario celestial para limpieza y borramiento del pecado, en preparación para su segunda venida en gloria? Lo que sí puede existir es el espiritismo refinado de oriente, intentando introducirse en el pueblo remanente mediante la práctica del yoga.
Veamos algo sobre el yoga y sobre la espiritualidad que le es intrínseca:
“Ahora cuesta creerlo, pero en su momento el yoga se consideró algo herético, incluso peligroso. Hace solamente cien años, en América los yoguis eran objeto de sospecha; de hecho, algunos de ellos fueron encarcelados. Sin embargo, hoy lo ofrecen la mayoría de gimnasios, lo enseñan muchas escuelas públicas y lo prescriben cada vez más médicos” (Lesley Alderman, “Bend and Be Well,” Alternative Medicine: Your Guide to Stress Relief, Healing, Nutrition, and More —Nueva York, NY: TIME Books, 2012—, 62).
¿Qué es en realidad el yoga?
Según Webster’s New Twentieth Century Dictionary, es en esencia:
“Una práctica que busca la concentración intensa y completa en algo, especialmente en una deidad [Brahman], a fin de alcanzar la identificación o inmersión en el objeto de la concentración. Se trata de una práctica mística o ascética que habitualmente incluye una disciplina prescrita de posturas, de control de la respiración, etc”. (Webster’s New Twentieth Century Dictionary of the English Language —Nueva York, NY: Simon and Schuster, Unabridged, 2ª ed., Deluxe Color 1955, 1983—, 2120).
Merriam Webster Online Dictionary añade:
“Una filosofía teísta hindú que enseña la supresión de toda actividad del cuerpo, la mente y la voluntad, a fin de que el yo pueda tomar conciencia de su independencia de ellos y alcanzar la liberación” (http://www.merriam-webster.com/dictionary/yoga).
Yoga deriva del sánscrito ‘yuj’, y viene a significar algo así como yugo, haz o “unión”. Se cree que un sabio indio llamado Patanjali fusionó la práctica del yoga con el Sutra hace unos dos mil años. El Sutra es una colección de declaraciones que provee la base filosófica para la mayor parte del yoga que se practica en la actualidad. Enumera ocho estadios del yoga, cada uno facilitando el siguiente, hasta lograr el samadhi:
Yamas: restricciones, control del ego; Niyamas: observancias, autoregulación; Asana: posturas; Pranayama: tomar conciencia de la respiración; Pratyahara: abstracción de los sentidos; Dharana: concentración; Dhyani: meditación; Samadhi: éxtasis, fusión con el objeto contemplado. (http://www.yogaalicante.com/yoga_filosofia_camino_octuple.html). (http://www.yogajournal.com/newtoyoga/820_1.cfm)
Puesto que yoga significa unión, es lógico preguntarse qué es lo que une, o a quién une. Así responde Swami Nirmalananda Giri, de Atma Jvoti Ashram:
“¿Qué es lo que juntamos mediante el yoga? -Dos seres eternos: Dios, el Ser infinito, y el espíritu individual que es un ser finito. En esencia son uno, y de acuerdo con la filosofía del yoga todos los espíritus participan originalmente en la consciencia de esa unidad” (http://www.atmajyoti.org/med_what_is_yoga.asp).
“La palabra ‘yoga’ significa yugo o unión del cuerpo, mente y espíritu con Brahman” (http://www.universalspirityoga.com/whatisyoga.html).
Así describe The Concise Dictionary of the Occult and New Age la práctica del yoga:
“Los ejercicios típicos, por ejemplo, en el hatha yoga (unión espiritual mediante el control del cuerpo y la meditación), se practican bajo el tutelaje de un gurú o yogui, un guía personal religioso o maestro espiritual. Los gurús instruyen a los alumnos para que combinen una variedad de técnicas respiratorias con asanas, que son posturas de relajación. Los alumnos deben adoptar primeramente la posición, mantenerla durante un cierto tiempo, y salir finalmente de ella” (Debra Lardie, asistida por Dan Lioy y Paul Ingram, Concise Dictionary of the Occult and New Age —Grand Rapids, MI: Kregel Publications, 2000—, 288-289).
La autora advierte que en occidente hemos interpretado equivocadamente el yoga como si consistiera “meramente en ejercicios de respiración y relajación”, siendo que “la práctica del yoga es una puerta abierta al misticismo oriental y al pensar ocultista” (Id.). Añade:
“Ciertas posturas, como la postura de loto, tienen por objeto activar los centros de energía psíquica [las chacras]. Y se practican ejercicios respiratorios específicos para atraer sobre el alma la energía cósmica que flota en el aire. El gurú puede pedir a los alumnos que fijen su mirada en un solo objeto, como por ejemplo una vela [encendida], a fin de potenciar y fijar la concentración. El gurú puede también pedirles que reciten un mantra para vaciar sus mentes y venir a ser uno con el objeto que está ante ellos. El objetivo es progresar a estados meditativos cada vez más elevados, hasta alcanzar la unidad con la conciencia cósmica” (Id.).
“Todos hemos nacido divinos… esa es la afirmación clásica de la filosofía perenne del yoga” (Stephen Cope, Yoga and the Quest for the True Self (Nueva York, NY: Bantam Books, edición de 1999).
El yoga es, en todas sus formas, simplemente un género espiritual entre muchos otros, que tiene por finalidad alcanzar un estado alterado de consciencia que da paso a la espiritualidad oculta (misticismo).
¿Cuál es la “energía” —el motor— que anima al yoga? Esta es la declaración de Hans-Ulrich Rieker, una autoridad reconocida internacionalmente en el mundo del ocultismo, y autor de The Yoga of Light: Hatha Yoga Pradipika:
“El kundalini es el pilar fundamental en todos los tipos de yoga” (Hans-Ulrich Rieker, The Yoga of Light: Hatha Yoga Pradipika —Nueva York, NY: Seabury Press, 1971—, 101).
Veamos en qué consiste el kundalini, en palabras del reconocido maestro de yoga Chinmoy Kumar Ghose (1931-2007):
“Cuando se despierta el kundalini, el hombre es plenamente consciente de su mundo interior… ha traído al frente los poderes escondidos, los poderes ocultos que hay en él mismo… cuando usa divinamente los poderes del kundalini, viene a ser el orgullo de la Madre Suprema (Sri Chinmoy, Kundalini: The Mother Power —Jamaica, N.Y: AUM Publications— 1992), 49).
‘The Mother Power’ es una diosa hindú. Hay unos 330 millones de dioses hindúes. Lo que Chinmoy llama ‘Madre Suprema’ son en realidad espíritus de demonios.
“Aquí en occidente hay muchos que creen que los poderes del kundalini no son más que pura superstición. Quisiera decir que los que sostienen esa idea están totalmente equivocados. Los Maestros espirituales genuinos han examinado el yoga kundalini, y han encontrado en su propia experiencia la innegable autenticidad de sus poderes ocultos latentes” (Id., 51).
“El poder kundalini es el poder dinámico que hay en nosotros. Cuando el poder dinámico y el conocimiento espiritual van de la mano, hace aparición esa perfecta armonía de la Consciencia Universal, y la evolución consciente del alma humana alcanza el Yo trascendental [la divinidad] (Id.).
Kundalini significa ‘enrollado sobre sí mismo’ en sánscrito. Esa fuerza yóguica de la vida se mueve supuestamente por las chacras, o centros de energía que se van “activando uno a uno mediante la respiración” (“Chakras,” http://www.sanatansociety.org/chakras/chakras.htm), llevándolo a uno a un estado de iluminación ocultista. Según la filosofía ocultista, el kundalini es un espectro de energía no física (metafísica) que según los yoguis no sólo rodea el cuerpo físico, sino que puede llegar a “infundirse” en el cuerpo.
Los que están inclinados a ver el yoga como una gimnasia inocente, harían bien en considerar que las propias posturas del yoga están enfocadas específicamente a despertar esa energía kundalini, a recibir el poder de esa serpiente enrollada.
“Es abrumadora la cantidad de bibliografía que documenta los peligros del yoga, de la meditación o de cualquier otra práctica afín psico-espiritual o físio-espiritual. Los que lo están practicando en la actualidad —y también los médicos implicados— testifican de la realidad de los peligros físicos y psíquicos asociados al yoga. Personas que han practicado el yoga puramente como un ‘ejercicio’, han resultado espiritualmente afectados hasta el punto de haber sido destruidos sistemáticamente por ‘fuerzas’ hostiles sobre las que no tenían ningún control. Los gurús orientales llaman a ese fenómeno la ‘iluminación’, pero en realidad se trata de posesión demoníaca. En la India se cuentan por millones los practicantes de yoga poseídos en mayor o menor grado, manifestando lo que llaman el poder kundalini-shakti, también conocido como el ‘poder de la serpiente’. Es sorprendente que en Inglaterra y Estados Unidos el yoga se haya terminado por considerar simplemente un tipo de ‘ejercicio’ fisio-postural” (Yoga Body: The Origins of Modern Posture Practice, Mark Singleton, 2010; A History of Modern Yoga: Patanjali and Western Esotericism, Elizabeth De Michelis, 2005; The Yoga Tradition: Its History, Literature, Philosophy and Practice, Georg Feuerstein, 2001).
Las que siguen son algunas de las posibles manifestaciones que se han documentado durante una sesión de hatha yoga en salas de fitness. Dependiendo de cuál sea tu instructor (yogui/yoguini) estarás más o menos expuesto a alguno de estos efectos:
· Sensación de quemazón intensa, primeramente en la espalda y después por todo el cuerpo.
· La entrada del kundalini en el canal espinal, conocido como sushuma, acompañada de dolor.
· Cuando el kundalini llega al corazón puede haber palpitaciones.
· Uno siente una sensación que sube como reptando desde los pies, y en ocasiones todo el cuerpo se pone a temblar. Esa sensación reptante, algunos la han descrito como si se debiera a hormigas que van trepando lentamente por el cuerpo hasta la cabeza; otros como si se tratara de una serpiente que repta, y aun otros como si fuera un pájaro saltando de un sitio a otro, un pez desplazándose por el agua o un mono saltando de rama en rama (Lee Sannella, The Kundalini Experience: Psychosis or Transcendence —Lower Lake, CA: Integral Publishing, 1987, Revisado en 1992—, 48-49).
Es imposible imaginar a Jesús o a sus discípulos interpretando esos síntomas como siendo el fruto del Espíritu. Al contrario: parte de su ministerio consistió en expulsar demonios de pobres seres humanos que habían caído en profundidades similares de posesión y que presentaban síntomas como los descritos más adelante (efectos “adversos”).
Sannella sostiene la extraña teoría de que sucesos como esos tienen un significado “terapéutico”. Pero admite:
“Debo, no obstante, hacer una advertencia en este punto. Creo firmemente que los métodos designados específicamente para despertar prematuramente el kundalini, tal como los ejercicios conocidos como paranayama, son imprevisibles a menos que se los practique bajo la supervisión de un guía espiritual competente o gurú, quien haya pasado él mismo o ella misma por ese mismo proceso kundalini (Id., 116).
Sannella continúa explicando que las técnicas de control de la respiración en el yoga pueden “liberar prematuramente fuerzas titánicas” que el practicante no tendrá forma de controlar (Id.). ¡Se trata de entrar gradualmente en las diversas fases de lo que la Biblia llama posesión demoníaca!
La siguiente es una lista de posibles efectos “adversos” en relación con la evocación o despertar del kundalini:
“Temblores, estremecimientos, escalofríos, rampas, sacudidas, espasmos musculares, contracciones, subidas de energía, sensación de descarga eléctrica, hormigueos, sensación de calor o frío intensos, movimientos corporales involuntarios, períodos de hiperactividad extrema, episodios de fatiga, alteraciones del deseo sexual, dolores de cabeza, sensación de opresión craneal, taquicardia, accesos emotivos incontenibles, cambios rápidos en el humor, sentimientos de duelo, temor, rabia o depresión, risa o llanto espontáneos incontenibles, confusión mental, convulsiones y estados alterados del nivel de consciencia, incluido el coma” (Symptoms of Kundalini awakening, Submitted by zoya on Fri, 03/11/2011, http://www.gurusfeet.com/forum/symptoms-kundalini-awakening).
¿Existe el yoga cristiano, o bien el yoga es yoga? Veamos cómo responde el profesor Subhas R. Tiwari, de la Universidad Hindú de América, en su artículo Yoga Renamed is Still Hindu: I challenge Attempts to Snatch Yoga From its Roots publicado en Hinduism Today:
“Mi respuesta es: El hecho simple e inmutable es que el yoga se originó en la cultura védica o hindú. Sus técnicas no fueron adoptadas por el hinduismo, sino que se originaron en él… los esfuerzos para separar el yoga del hinduismo deben reprobarse, puesto que están en contradicción con los principios fundamentales sobre los que se basa el yoga… los esfuerzos por separar el yoga de su núcleo espiritual revelan ignorancia respecto al propósito del yoga”.
En un artículo titulado: ‘Aunque se le cambie el nombre, el yoga sigue siendo hindú’, se afirma:
“El yoga lo concibieron los videntes vedas como un instrumento para alcanzar lo Absoluto, la Realidad Última, llamada la Realidad Brahman, o Dios” (Subhas R. Tiwari, “Yoga Renamed is Still Hindu” -Hinduism Today, Jan/Feb/Mar 2006, Magazine Web Ed. http://www.hinduismtoday.com/modules/smartsection/item.php?itemid=1456).
A pesar de lo visto hasta aquí, algunos insistirán: ¿Acaso no puedo realizar simplemente los ejercicios, abstrayéndome a todo aspecto religioso o espiritual? Esta es la respuesta de un investigador:
“Nadie puede negar que los estiramientos mejoran el flujo circulatorio, y que las inspiraciones profundas proveen más oxígeno y mejoran la salud global… Existen infinidad de programas fisioterápicos que incorporan los estiramientos, y que no tienen nada que ver con el yoga (ni con sus implicaciones) … El sincretismo religioso es probablemente el asunto más peligroso en que podamos implicarnos, debido a nuestra facilidad para racionalizar las intenciones … Esencialmente, uno no puede practicar una parte del hinduismo y seguir caminando con Cristo, quien no es gurú ni hindú” (Mike Oppenheimer, “Yoga, Today’s Lifestyle for Health” http://www.letusreason.org/NAM1.htm).
Este es el testimonio de una ex ocultista convertida al cristianismo:
“No se pueden separar los ejercicios de la filosofía… Los propios movimientos son una forma de meditación. La práctica continuada de los ejercicios, sea que… lo pretendas o que no, te influirá finalmente, llevándote a una perspectiva místico-oriental. ¡Esa es precisamente su finalidad! ... No existe, por definición, un yoga ‘neutro’” (Johanna Michaelsen, Like Lambs to the Slaughter —Eugene, OR: Harvest House Publishers, 1989—, 93-95).
El yoga es una expresión religiosa; por consiguiente, no se lo puede compartimentar (ejercicios — religión). Hasta el propio saludo tradicional hindú —namasté— que se pronuncia al finalizar las clases de yoga, es espiritual. Significa: “El dios que hay en mí se inclina (saluda) al que hay en ti”. El yoga es la religión del namasté: “El hombre es Dios”. Uno de los conversos al yoga ha escrito:
“Parece que la gente se siente más cómoda escuchando al Dios que está fuera de ellos, pero yo sostengo que Dios está ya dentro de ti … el Dios que habita en todos los corazones” (Russell Simmons with Chris Morrow, Do You!: 12 Laws to Access the Power in Youto Achieve Happiness and Success (Nueva York, NY: Penguin Group, 2007).
El yoga oriental —importado a occidente— es una de las puertas al ocultismo. Contiene la esencia del hinduismo, del budismo y de la espiritualidad de la Nueva Era. Casi todos los cristianos saben que las prácticas ocultistas son la antítesis del cristianismo, pero cuando se trata del yoga —otra expresión del ocultismo— parecen olvidarlo, confiando en que al pedir a Dios pan no recibirán una piedra, y dando por sentado que su sinceridad será como una varita mágica que los protegerá del veneno mortífero de la serpiente. Pero Dios, en lugar de una varita mágica, nos ha dado las Escrituras y el Espíritu de profecía para que podamos discernir y rechazar las formas sutiles con las que el enemigo intentará seducir a los mismos —y sinceros— escogidos.
La naturaleza meditativa de muchas de las prácticas del yoga tiene por objetivo (1) anular las capacidades de discernimiento espiritual, (2) crear una barrera espiritual que disminuya la sensibilidad al evangelio de la Biblia en su pureza, (3) crear un espíritu hostil hacia las enseñanzas de Cristo, y muy especialmente (4) que abandonemos la comprensión del ministerio de Cristo en el lugar santísimo junto a todo lo que implica: el sábado como sello de Dios, la vigencia de la ley, la purificación del pecado, la reforma pro-salud, etc, proponiendo a cambio el regreso al lugar santo del santuario donde está instalada Babilonia. Dado que ni el Padre ni el Hijo están ahora en el lugar santo, no pueden ser ellos quienes escuchen ni respondan las oraciones dirigidas allí, por más sinceras que puedan ser. Será otro quien lo haga, tal como especifica Primeros escritos, 54-55 (ver también 254-255). Satanás responde esas oraciones, trayendo una influencia impía que tiene luz y poder, pero no dulce amor, gozo ni paz. Así sigue:
“Vi uno tras otro abandonar la compañía que estaba orando a Jesús en el lugar santísimo, para regresar con la compañía que estaba ante el trono [en el lugar santo que Jesús había abandonado ya], y allí recibieron la influencia impía de Satanás” (Ellen White, Broadside1, 6 abril, 1846 par. 7; DS, 14 marzo, 1846 par. 2).
Eso se manifiesta en una animadversión a todo lo que pertenece al adventismo auténtico, que viene a convertirse en objeto de burla. Se desprecia la profecía y El conflicto de los siglos, y en su lugar se exaltan libros escritos por místicos católicos y por apóstatas evangélicos.
En lugar de considerar la Palabra de Dios como única y suprema autoridad, se acoge una nueva autoridad que llaman “experiencia”. Se emplea el nombre de Cristo para intentar demoler la iglesia de Cristo, divorciando la persona de Cristo de sus propias enseñanzas, que resultan minimizadas. Junto con sus enseñanzas o doctrinas, se desecha la idea de separación entre la verdad de la Biblia y la espiritualidad oculta pagana. Oculto en la propuesta inocente de una renovación en la liturgia se oculta un cambio profundo en la enseñanza y la adoración, y eso conlleva un cambio de dirigente, que ya no es el Cristo de la Biblia, sino el cristo místico ecuménico imaginario, el Todo, que está —con otros nombres— en cualquier otra religión, cristiana o no, y en toda persona, cristiana o no, según esa enseñanza.
El yoga forma parte de la espiritualidad mística pagana, y como tal, no sólo tiene un efecto demoledor sobre la misión y propósito del pueblo remanente, sino que puede también llevar a la bancarrota psicológica y a comprometer la integridad personal de quien lo practica. Cuando uno se expone a las fuerzas espirituales de las tinieblas que se ocultan en el yoga, ha de estar dispuesto a experimentar las trágicas consecuencias destructoras que por siglos han padecido los yoguis en oriente. La práctica del yoga puede terminar en la más grave aniquilación de la personalidad y dignidad humanas, en la total devastación espiritual, y no de forma excepcional en la posesión demoníaca.
Por desgracia, no hay que mirar muy lejos para encontrar el yoga en el cristianismo:
Hospital adventista en Taiwan
(www.tahsda.org.tw/en/NEWSTARTExerciseCenter.php)
Es incomprensible —un oxímoron— que en una institución adventista de salud se enseñe y practique el yoga; pero ver el yoga como parte del programa habitual en una iglesia adventista quizá es aún más doloroso.
En la página siguiente reproduzco el boletín semanal de anuncios de una iglesia, tal como aparece en Internet el día 18/3/2016 en este enlace: http://www.crosswalkvillage.com/crosswalk-blog/
Según información proporcionada por el enlace más abajo, se trata de la iglesia adventista CrossWalk (Redlands, California.), de la que es pastor Timothy (Tim) J. Gillespie: https://the1project.org/person/details/8
La primera actividad anunciada es una sesión del grupo de estudio One Project, del que el pastor Gillespie es cofundador.
La última actividad anunciada consiste en clases de yoga para todos los niveles, los martes y jueves a las seis de la tarde, en una sala dedicada.
Especifica que se trata de la variedad Vinyasa Flow de yoga. Quizá al darle esos apellidos pretenden subrayar que esa variedad sólo incluye la gimnasia, pero no la espiritualidad del yoga. Vendría a ser como un yoga sin yoga. Lo expuesto hasta aquí demuestra la falacia e imposibidad de tal pretensión. ¿No hace esa actitud recordar al anciano cuya artrosis le hacía pasar las cuentas del rosario y postrarse ante la virgen? Algunos parecieran estar virtualmente diciendo: “Jehová no ve” (Eze 9:9).
La artrosis no parece ser el principal problema en esa iglesia, a juzgar por la foto portada de su sitio web www.crosswalkvillage.com:
Veamos algo relativo al Yoga Vinyasa.
La siguiente información no proviene de fuentes críticas con el yoga, sino de quienes lo promueven y enseñan al margen de cualquier reparo o consideración religiosa.
En este enlace se encuentra un artículo relativo a ‘Cómo practicar un saludo al sol’: http://www.wikihow.com/Do-a-Sun-Salutation
“Los saludos al sol, o surya namaskar en sánscrito, son una parte integral y una secuencia fluyente (flowing), o vinyasa, común a todas las variedades de yoga” (http://www.yogajournal.com/article/beginners-sequences/shine/).
¡Sorpresa!, el saludo AL SOL forma parte de todas las variedades de yoga: de hecho, no es sólo que el saludo al sol forme parte del yoga vinyasa, sino que dicho saludo al sol ES la “vinyasa” de todo yoga.
En un epígrafe titulado: ¿Qué se puede esperar de una clase de vinyasa?, leemos esto:
“Ese estilo permite muchas variaciones, pero incluirá casi siempre saludos al sol” (http://yoga.about.com/od/typesofyoga/a/vinyasa.htm).
“Los saludos al sol son parte esencial en cualquier práctica de yoga de tipo vinyasa o fluyente (flow)” (http://yoga.about.com/od/yogasequences/ss/sunsalutesteps.htm#showall).
“Hay diferentes variedades de saludos al sol” (http://www.yogajournal.com/article/beginners-sequences/shine/)
“Debieras comenzar cualquier sesión de yoga con varios ciclos de saludos al sol, a fin de entrar en calor y ayudar a ganar concentración, o drishti, en tu práctica” (http://www.yogajournal.com/article/philosophy/the-eye-of-the-beholder/).
“Surya namaskar [saludos al sol] es una vinyasa importante y fundacional en el yoga. Te da energía, te calma y te relaja” (http://www.yogajournal.com/article/beginners-sequences/shine/).
“Coloca las manos juntas en posición de oración delante del corazón, y define una intención. Ninguna práctica del yoga es completa a menos que exista una intención. Si apartas unos segundos para dedicar tu práctica a algo, podrás ser más efectivo en tus saludos al sol.
Haz que se toquen ligeramente las bases de las palmas de tus manos, luego toda la palma y por último también los dedos, hasta adoptar la posición de oración. Puedes dejar un cierto espacio entre las palmas si quieres que la energía fluya [entre ellas].
Si no sabes cuál es tu intención, considera algo tan sencillo como ‘dejarse ir’.
Una vez que hayas fijado tu intención, inhala y levanta las manos hacia el techo en un saludo hacia lo alto, que se llama también urdhva hastasana” (http://www.yogajournal.com/pose/upward-salute/).
“ya estás preparado para trazar un círculo como el del sol. Inhala y levántate de forma radiante, llevando tus manos hacia el techo en postura de oración” (Id.).
Las que siguen son algunas de las imágenes del saludo al sol propio del yoga vinyasa, tal como parecen en una busqueda simple en Google.
http://yoga.about.com/od/yogasequences/ss/sunsalutesteps.htm#showall
Ezequiel 8 contiene un relato estremecedor de la apostasía del pueblo de Dios en la víspera de su deportación; una apostasía tan sutil y a la vez tan profunda, que al profeta le resultaba imposible discernirla con su percepción espiritual ordinaria. Necesitó una visión del Señor para tomar conciencia de ella:
Entonces me llevó al atrio interior del templo del Señor, y a la entrada del santuario, entre el vestíbulo y el altar, unos veinticinco hombres estaban de espaldas al santuario; inclinados hacia el oriente, y con la frente en el suelo, adoraban al sol (Ezequiel 8:16).
Entre la entrada y el altar, en el lugar en donde Dios esperaba que los sacerdotes —ministros de Jehová— llorasen e intercedieran clamando: “Perdona, oh Jehová, a tu pueblo” (Joel 2:17); en lugar de eso, Ezequiel contempla a unos 25 varones que están dando la espalda al santuario mientras se inclinaban hacia el oriente en adoración al sol.
¿No estamos llegando en el moderno Israel a ese punto? ¿No hay quienes están dando la espalda al mensaje del santuario, y en su lugar se están inclinando a la filosofía oriental —saludando al sol— según un tipo de adoración que no sólo es extraño, sino expresamente ofensivo hacia el Creador? ¿Hará falta una visión para que nos demos cuenta del significado de lo que está sucediendo ante nuestros ojos? ¿No debieran hacernos recapacitar versículos como este?
Sabréis que yo soy el SEÑOR; porque no habéis andado en mis estatutos ni habéis ejecutado mis ordenanzas, sino que habéis obrado conforme a las costumbres de las naciones que os rodean (Ezequiel 11:12).
Sugiero leer con oración los capítulos 8 y 9 de Ezequiel. A continuación del capítulo 8 se describe el sellamiento, seguido de una terrible escena de destrucción en el pueblo de Dios.
Aflijámonos entre la puerta y el altar, y roguemos allí a Dios: “Perdona, oh Jehová, a tu pueblo”.
Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al SEÑOR, que tendrá de él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar (Isaías 55:7).