Análisis de One Project
Rick Howard

 

http://www.fulcrum7.com/blog/2016/3/20/9gd30yruy7bjomne82h451g2ip45hi

 

Análisis del documento de Alex Bryan: “Eclesiología adventista y The One Project”

Alex Bryan es uno de los fundadores de One Project, una organización que busca integrar aspectos de la espiritualidad emergente en el adventismo. De acuerdo con el documento objeto de revisión, hemos de saber por qué Alex Bryan siente que la Iglesia adventista está en necesidad de ese nuevo movimiento. Podemos comprender más fácilmente las inquietudes de Alex Bryan relativas a lo que él llama “casa”, y a su relación con todo el resto de las iglesias cristianas, si entendemos cuáles son las creencias que sostiene respecto a su propia iglesia. Eso está en el centro de la cuestión, y vendrá finalmente determinado por las creencias personales de Alex Bryan respecto al significado de la Babilonia mística y sus hijas del tiempo del fin de las que habla la Biblia. Afortunadamente, tanto las Escrituras como el Espíritu de profecía hacen brillar toda la luz necesaria para encontrar la respuesta. Leemos:

Es nuestro deber individual andar humildemente con Dios. No hemos de buscar algún mensaje extraño y nuevo. No hemos de pensar que los escogidos de Dios que están tratando de andar en la luz, componen Babilonia. Las iglesias caídas son Babilonia. Babilonia ha estado promoviendo doctrinas venenosas, el vino del error… Estos errores y otros por el estilo son presentados al mundo por las diversas iglesias (El evangelismo, 268).

Dice la Escritura a propósito de la caída de Babilonia (Apocalipsis 18:2-4):

Caída es, caída es la grande Babilonia, y es hecha habitación de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de todas aves sucias y aborrecibles. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.     
Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas
.

Tenemos esta declaración inspirada simple y directa: “Las iglesias caídas son Babilonia”, y leemos cómo “todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella”.

¿Con quién están fornicando todas las naciones? Con ELLA, con las iglesias caídas que constituyen Babilonia. ¿A quién, si no, podría representar Babilonia? Pero más importante aun: ¿cómo puede uno leer eso y creer, tal como hace A. Bryan, que las naciones del mundo son Babilonia? ¿Cómo puede sostener su postura, siendo que [la Escritura] dice que las naciones están cometiendo fornicación con ELLA, con Babilonia? ¿Cómo, y por qué se acepta un error tal como si fuese verdad?

Entre los teólogos adventistas no hay duda de que la Babilonia a la que la Escritura se refiere como “ELLA”, es la gran Iglesia apóstata de Roma y sus hijas: las mismas iglesias protestantes de quienes muchos han aceptado y están enseñando teología emergente en sus iglesias y seminarios. Esas iglesias protestantes se han unido hasta cierto grado con la Iglesia católica romana mediante el poder y el engaño del espiritismo practicado sutilmente por muchos en la iglesia emergente.

Además, en la profecía bíblica una mujer es símbolo de una iglesia y no de una nación, tal como afirma A. Bryan en su libro The Green Cord Dream. Esa enseñanza no es bíblica por más que complazca a la Iglesia católica romana, cuyos planes futuros consisten en recuperar el control del mundo tal como lo poseyó en la Edad Media.

En su análisis del mencionado libro, el Instituto de Investigación Bíblica Adventista ha puesto al descubierto ante nuestros jóvenes el peligro de la interpretación que A. Bryan hace de “Babilonia”. Así lo expresa:

Un caso típico de acomodación a las tendencias modernas en teología, incluso en algunos círculos adventistas, es la afirmación del autor según la cual Babilonia es ‘representativa de todos los regímenes totalitarios a través de la historia’ (p. 71). La mayoría de los regímenes totalitarios en la historia han sido regímenes políticos, mientras que el cuerno pequeño de Daniel y la Babilonia del libro de Apocalipsis es un poder religioso, y el poder religioso que encaja en el marco profético es la alianza del papado, el protestantismo caído y el espiritismo; y nuestros jóvenes deberían también saberlo (Pfandl, Reflections http://thegreatcontroversy.info/reflections--the-bri-newsle.html).

Tal como se ha dicho, el Espíritu de profecía es muy claro en su identificación de la Babilonia mística. La siguiente declaración se refiere a Apocalipsis 18:

Todo este capítulo demuestra que la Babilonia que ha caído está constituida por las iglesias que no reciban el mensaje de amonestación que el Señor ha dado en los mensajes del primer, segundo y tercer ángeles. Rehusaron la verdad y aceptaron la mentira. Rehusaron los mensajes de verdad. Véase 2 Tesalonicenses 2:1-12 (2 Mensajes Selectos, 77).

La verdad sobre Babilonia no es difícil de comprender si nos atenemos a la Biblia y el Espíritu de profecía. ¿Cómo es posible que se interprete equivocadamente una verdad tan importante para nuestra Iglesia, una parte fundamental del mensaje de los tres ángeles que llama al pueblo de Dios a salir de Babilonia en preparación para su segunda venida? ¿Cómo se puede malinterpretar un mensaje que es tan esencial que entendamos, a fin de poder llevar adelante nuestro llamado ministerial? ¿Cómo es posible albergar un error de ese calibre? Evidentemente, nunca se debieran aceptar ni aprender las enseñanzas de las iglesias caídas. Quizá se haya hecho así, pero hay evidencia de algo todavía peor, algo que es extremadamente peligroso: un curso de acción que conduce a quien lo siga, peldaño a peldaño, hasta el temible estado que la Biblia iguala con el ocultismo: la rebelión.

Como pecado de adivinación es la rebelión (1 Samuel 15:23).

El Espíritu de profecía explica el proceso: se comienza por desoír las palabras de advertencia dadas por la inspiración divina; el siguiente escalón es sentarse a los pies de falsos maestros para recibir su instrucción. Así es como se consuma la rebelión, y eso es lo que parece haber sucedido a tenor de lo observado. Según Ellen White:

Apenas se consiente en dar oído a esas sofisterías, una influencia sutil tejerá las finas hebras de esas teorías seductoras en las mentes, y hombres que debieran retroceder ante la primera insinuación de una enseñanza tal, aprenden a amarla (10 Manuscript Releases, 163).

Cuando consentimos en escuchar esas teorías a fin de obtener nueva luz y dirección —en directa oposición a la advertencia que se nos ha dado—, quedamos a merced del poder de esa “rama del hipnotismo” [ver más adelante]. Ese es el peligro de creer que somos capaces de separar la verdad del error en los escritos de autores de las iglesias caídas. No somos capaces, puesto que al disponernos a oír a los maestros del error estamos despreciando el consejo señalado más arriba, y quedamos expuestos al poder de los ángeles caídos. Es un asunto de elección. Oramos por vosotros, quienes parecéis resistiros a buscar la vedad en los mensajes especiales dados a la Iglesia remanente, a fin de que volváis a casa. ¿Qué es lo que os ha fascinado? No me estoy refiriendo sólo a los líderes de One Project, sino a todos los líderes de las sesenta organizaciones adventistas que están apoyando activamente ese movimiento: líderes en nuestro sistema educativo, en nuestras asociaciones, uniones y divisiones, incluso algunos en la Asociación General y en la Review.

Nuestra oración es para que veáis cómo vuestra adhesión a esos maestros del error ha permitido que vuestro pensamiento haya sido atacado y alterado. De persistir así, podría resultar finalmente en una separación del pueblo de Dios, un pueblo que ha sido bendecido con el Espíritu de profecía: el testimonio de Jesús. Os rogamos de todo corazón que consideréis por qué los escritos de Ellen White no están influenciando vuestras decisiones. ¿Por qué os están influenciando las enseñanzas tan alejadas de los teólogos que representan a la iglesia emergente, una iglesia modelada según la teología católica romana, que tiene por fin último reunir al mundo bajo su control?

Hemos analizado en este artículo una enseñanza adventista que ha resultado alterada o cambiada: el significado de Babilonia en la Biblia. Vamos a analizar también otro error en la interpretación del mensaje a Laodicea (Apocalipsis 3):

[v. 18: Yo te amonesto que de mí compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas].

[Caída es, caída es la grande Babilonia, y es hecha habitación de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de todas aves sucias y aborrecibles Apocalipsis 18:2].

[Comprarlos de Babilonia, en lugar de comprarlos “de mí”] significa apostasía para quienes conocemos el mensaje de los tres ángeles. ¿Por qué poner las enseñanzas de teólogos no adventistas, que son contrarias a nuestras creencias y extremadamente peligrosas, por encima de lo que en la Iglesia adventista sabemos que es verdad presente? Os pido que seáis sinceros al responder a estas preguntas. Somos hermanos y hermanas, y estamos en necesidad de buscar el poder de la oración para ayudarnos mutuamente y para apartarnos de teólogos emergentes como Moltmann; para apartarnos de las fábulas y de las enseñanzas que combinan la verdad con el error.

Hemos leído que “hombres que debieran retroceder ante la primera insinuación de una enseñanza tal, aprenden a amarla”. Ese cambio en el corazón revela un conflicto entre los poderes del bien y del mal. Los ángeles malos tienen permiso para entretejer sus pensamientos con los de quienes eligen prestar oído a los que se sabe que están enseñando el error, con los que deciden escuchar a aquellos contra quienes hemos sido advertidos por el Espíritu de profecía debido a que enseñan una mezcla de verdad y error. Al obrar según su propia voluntad sucumben a un poder e influencia que la inspiración llama “una rama del hipnotismo”. Como Eva en el huerto del Edén, no reconocen que se trata de una forma de hipnotismo, pero debido a que han elegido desoír las advertencias, caen bajo el engaño satánico. Se emocionan creyendo que están en contacto con la divinidad. Creen estar recibiendo luz y nuevas ideas directamente de Dios, cuando la verdad es que están siendo engañados y que sus sensibilidades se han embotado. ¡Cuán grande es el peligro de jugar con los poderes del espiritismo!, especialmente después de haber sido advertidos y de haber conocido la verdad. Dios tenga misericordia.

Como sujetos leales hemos de rehusar prestar la más mínima atención a esas sofisterías. Su influencia es como la de una víbora mortífera, envenenando las mentes de todos los que escuchen. Es una rama del hipnotismo, que embota las sensibilidades del alma (10 Manuscript Releases, 163).

Puede parecer rudo, pero vez tras vez y de muchas maneras, el Señor nos ha advertido de estas cosas, prometiéndonos que si él tiene alguna luz nueva, nos la dará sin que tengamos que acudir a quienes están en “tinieblas y error”. Sin embargo A. Bryan clasifica a quienes están en dichas tinieblas como sus “favoritos”, como quienes han sido de gran utilidad para su vida espiritual. El Espíritu de profecía es claro:

Si Dios tiene alguna nueva luz que comunicar, permitirá que sus escogidos y amados la comprendan, sin necesidad de que su mente sea iluminada oyendo a aquellos que están en tinieblas y error (Primeros escritos, 124).

Bajo la dirección del Señor, y practicada a modo de investigación o con otros fines educativos, la lectura de mezclas de verdad con error propia de autores no pertenecientes a la Iglesia de Dios puede ser aceptable y útil, pero NO si se la practica en busca de “nueva luz”, de enseñanzas nuevas que aplicar a nuestra vida personal espiritual, y aun menos para modelar la misión de la Iglesia. Los mensajes de los tres ángeles están esculpidos en piedra, y han de ser respetados y obedecidos. Han de ser una guía para los creyentes, tanto en su vida espiritual personal como en la misión de la propia Iglesia. Los teólogos de la iglesia emergente, esos en cuya conducción espiritual confía A. Bryan, con toda probabilidad ni siquiera hayan oído el mensaje de los tres ángeles. ¿Por qué? Porque son miembros de las iglesias que constituyen Babilonia. Sin embargo, A. Bryan y otros cofundadores de ese movimiento se sienten satisfechos rechazando o ignorando las advertencias del Espíritu de profecía y aceptando en su lugar las enseñanzas de quienes están en “tinieblas y error”, como es el caso con los teólogos emergentes. Eso ha venido siendo práctica habitual en la Iglesia adventista, por confiar en que somos capaces de discernir entre aquello que es verdadero y útil, y el error que también existe. Pero no es así: NO ES CIERTO QUE POSEAMOS ESA CAPACIDAD.

Los ángeles que protegen nuestra mente han de alejarse de nosotros cuando violamos el consejo de “rehusar prestar la más mínima atención a esas sofisterías”. En los encuentros que hace One Project por todo el mundo se menciona poco o nada el mensaje de los tres ángeles, sin embargo, se recomiendan las enseñanzas de místicos como Leonard Sweet. Sus libros se distribuyen entre los jóvenes que acuden a sus encuentros, y son libros que contienen el veneno de la mistura de verdad y error. Nuestra doctrina, que tiene por objeto mantenernos separados de la caída Babilonia, es minimizada debido a que el propósito de la iglesia emergente es unir a todas las iglesias bajo la bandera del catolicismo romano. ¿Es esa nuestra misión? Oro para que se comprenda el peligro.

Los fundadores de One Project se han sentado a los pies de falsos maestros durante años: maestros, pastores y profesores en la universidad George Fox. Esa escuela está enseñando una mezcla de verdad y error, y forma parte de lo que nosotros, como adventistas, hemos considerado Babilonia desde su inicio. Por la razón que sea, A. Bryan y sus amigos han llegado a la conclusión de que esos maestros babilónicos no son aquellos de quienes nos hemos de guardar, antes al contrario: ¡el problema son las enseñanzas de la Iglesia adventista! Incluso si el Espíritu de profecía dice de esos maestros que están en “tinieblas y error”, A. Bryan parece sentir que nuestra Iglesia necesita seguir el consejo de los contemplativos que recomienda, a fin de que nuestra Iglesia sobreviva y crezca. Ese es el principal peligro de ese movimiento que está creciendo rápidamente en la Iglesia adventista.

Por tanto tiempo como rehúsen dar oído a las advertencias que se les han dado, el hechizo que hay sobre ellos no puede ser quebrantado. Dios tiene una obra que debe ser llevada a cabo con pureza e inteligencia, según su propia conducción, enteramente separada de la influencia de espíritus seductores con los que algunos tienen comunión {SpM 464.8}.

Aquí termina el artículo del pastor Rick Howard. A continuación inserto mi comentario personal (LB), que se refiere a la primera parte del artículo.

Hemos visto cómo el actual director del Instituto de Investigación Bíblica Adventista, el pastor Gerhard Pfandl, especifica que, según Alex Bryan, Babilonia es ‘representativa de todos los regímenes totalitarios a través de la historia’ (p. 71 del libro analizado).

Según Alex Bryan, Babilonia = regímenes totalitarios a través de la historia.

Esa comprensión sobre lo que constituye Babilonia (la maldad) hace inevitable preguntarse cuál debe ser para él el paradigma de lo virtuoso. Si Babilonia representa lo falso, ¿en qué debe consistir lo verdadero, lo deseable, la antítesis de Babilonia (el pueblo de Dios)?

Quizá ayude conocer cuál es el concepto de Babilonia que sostiene la Nueva Era. Para eso no queda más remedio que bucear un poco en ese lodazal…

En algún otro artículo hemos citado similitudes entre la ideología de Alex Bryan y la teosofía clásica de Blavatsky: ‘Todas las religiones contienen una parte de la verdad, que sería preciso ensamblar’ (Blavatsky no nos nombra, mientras que Alex Bryan concede al adventismo el “honor” de ser una pieza en ese puzle). Incluso hay similitudes en el apego a la terminología del/lo Uno, apego igualmente compartido por la universidad George Fox.

Prestemos ahora atención a Alice A. Bailey (1880-1949), la célebre continuadora de la teosofía de Blavatsky. Según la propia Alice A. Bailey, gran parte de lo que escribió se lo dictaba telepáticamente un “Maestro en Sabiduría” que en un principio creyó tratarse de Cristo, refiriéndose posteriormente a él como “el Tibetano”, y que finalmente identificó como Djwal Khul (http://childrenofthelawofone.org/cotloo/content/alice-bailey). A Alice A. Bailey se la conoce mundialmente por ser quien ha acuñado el concepto de “Nueva Era”, con su era de Acuario y todo lo demás.

Esta información está extraída del sitio web “Children of the Law of One”. En la teosofía aprecian la Unicidad —el/lo Uno— como siendo el summum de lo deseable.

En la página: http://childrenofthelawofone.org/cotloo/content/counterfeit-oneness, que reproduciré más adelante parcialmente, se enumeran dos listas: la primera consiste en ejemplos de la falsificación de la Unicidad (según la Nueva Era), y la segunda en ejemplos de la verdadera Unicidad: lo que responde genuinamente al concepto de Uno según la Nueva Era.

Es inmediatamente evidente que la primera lista está compuesta por “los regímenes totalitarios a través de la historia”: exactamente lo que Alex Bryan identifica como Babilonia: Alemania de Hitler, Rusia de Stalin, etc. Dada esa perfecta identificación, cabe pensar que el concepto de “pueblo de Dios” —el/lo Uno— para Alex Bryan, podría no ser muy distinto a lo que expresa la segunda lista, la que se considera por la Nueva Era como auténtica Unicidad, el Uno.

Aquí la primera lista, que enumera los regímenes totalitarios: la falsificación de la Unicidad para la teosofía, que coincide con la “Babilonia” de Alex Bryan:

Y esta que sigue es la segunda lista, que representa la verdadera Unicidad:

Quizá sea sólo otra casualidad. Quizá Alex Bryan no lo sepa. Pero es una coincidencia significativa, y ciertamente una coincidencia “enlodada”.

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En memoria de Rick Howard

 

Conocedor de las prácticas místicas hinduistas en propia persona, por haber sido rescatado de ellas al encontrar a Cristo y entregarse a él en su juventud tardía, el pastor Rick Howard ha servido durante más de 35 años como pastor adventista hasta el 3 de noviembre de 2015, día en que el Señor lo llamó al descanso. En sus últimos años hizo todo esfuerzo por informar y despertar al pueblo de Dios, en relación con los engaños del espiritismo refinado de la iglesia emergente. Al propósito ha escrito dos excelentes libros: “The Omega Rebellion”, y “Meet it”. En Youtube hay varios vídeos suyos, en solitario y junto a otros líderes adventistas, que son por demás inspiradores acerca de la increíble experiencia de su conversión, así como de la incursión del misticismo oriental en el pueblo remanente. Rick ha combatido con todo su corazón esa amenaza, desde su perspectiva de antiguo practicante de disciplinas místicas contemplativas. Damos gracias a Dios por no haber dejado a su pueblo sin fieles testigos de la verdad. Su pérdida ha sido muy dolorosa. Esperamos rencontrarnos muy pronto con él en la venida del Señor.

Oí una voz del cielo que me decía: Escribe: Bienaventurados los muertos que de aquí adelante mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, que descansarán de sus trabajos; porque sus obras con ellos siguen (Apocalipsis 14:13).

¡Amén!


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