Querido amigo y amiga:

La verdadera y pura felicidad, eso que todos quisieran en la tierra y que tan pocos hallan, es el tema de los Salmos. El 103 cabe leerlo como el secreto, no sólo de la felicidad personal, sino también de la restauración de la salud:

"Bendice, alma mía, a Jehová". "No olvides ninguno de sus beneficios". Cuando todo parece haber salido mal, incluso si te encuentras con la muerte cara a cara, ¿serás capaz de no olvidar la bendita verdad de que el Hijo de Dios murió ya tu segunda muerte? No puedes equivocarte si te gozas en ese hecho, aunque estés respirando tu último aliento mortal. Hay vida y salud en ese gozo.

"Él es quien perdona todas tus maldades". Puedes pasar todo el día pensando en esa bendición (no hay día suficientemente largo como para agotar ese tema).

"El que sana todas tus dolencias". Hemos de ver ahí a Quien procura siempre sanarnos, luchando contra nuestro continuo estado de incredulidad. Bendecirlo a él, en lugar de estar siempre clamando lastimeramente: "¡Bendíceme!", es un ejercicio saludable del alma. Significa un gran cambio en el paradigma del pensamiento, un nuevo escalón en la fe, consistente con las nuevas y más profundas verdades inherentes a la purificación del santuario. Impregnan la vivencia de este gran Día de la Expiación. Significa una corriente de aire fresco en la manida y popular idea de la "relación": es la esposa, que ocupa una "relación" con su esposo, distinta de la que tiene con la niñita encargada de llevar las flores. Un sentimiento tal hacia Cristo (que tiene en cuenta tanto el dolor como el honor de Cristo), es sanador del alma enferma de egocentrismo.

[Él es] "el que rescata del hoyo tu vida" Lo hace, no sólo cuando alguien te empujó al "hoyo", sino cuando te arrojaste tú mismo a él, y te parece imposible que te oiga desde allí abajo.

[Él es] "el que te corona de favores y misericordias". No hay palabras que puedan contribuir más que esas a tu restauración, si es que quieres simplemente creerlas.

[Él es] "el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila". Si decides creer toda palabra que sale de la boca del Señor, tus fuerzas serán ciertamente como tus días.

R.J.W.-L.B.