Querido amigo y amiga:

El Día de Pentecostés vino marcado por el glorioso inicio de la proclamación de la vida, muerte y resurrección de Cristo, así como de la inauguración de su ministerio sumo-sacerdotal en el verdadero santuario del cielo. Pablo afirma que el mensaje se esparció por todo el mundo en aquella primera generación de los seguidores de Cristo (Col. 1:5 y 6; 1 Tes. 1:8).

¿Qué habrá de ser lo que marque la finalización de ese ministerio? Si fue la predicación del mensaje lo que señaló su inicio, es razonable concluir que su consumación venga igualmente marcada por la proclamación del mensaje.

Dado que se cumplieron ya todas las profecías de tiempo de Daniel y Apocalipsis, estamos viviendo en lo que Daniel denominó "el tiempo del fin", que es el tiempo apropiado para la proclamación final del mensaje de salvación. Jesús declaró que justamente antes que viniera "el fin", sería "predicado este evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones" (Mat. 24:14), lo que no implica, desde luego, que todos vayan a creer el mensaje, sino que Dios va a hacer que todos y cada uno tengan la justa oportunidad de oír y responder a ese mensaje de vida o muerte.

Apocalipsis lo expresa así: "La hora de su juicio ha llegado..." (14:7), es decir, "la hora" del gran Día de la Expiación que estaba prefigurado en "la purificación del santuario" que tenía lugar anualmente en el ciclo hebreo (Dan. 8:14 - Lev. 16). La vida es hoy mucho más solemne que en cualquier época precedente.

Apocalipsis nos informa también de que la proclamación de que ha llegado "la hora de su juicio" vendrá a desembocar en que toda la tierra resulte alumbrada por su gloria (18:1-4). Nada puede hacer más feliz al Señor, que ver la tierra iluminada por la gloria del conocimiento de su amor redentor, tal como se manifestó en el don de Cristo.

¿Quieres entrar "en el gozo de tu Señor" siendo un vehículo para que ese mensaje alumbre toda la tierra con la gloria del carácter de Cristo, reflejado en el tuyo?

"Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mat. 5:16).

R.J.W.-L.B.