Querido amigo y amiga:

El Señor ha prometido: "Yo os envío al profeta Elías antes que venga el día de Jehová, grande y terrible". ¿A quién lo va a enviar? ¿A toda la raza humana corporativamente? ¿A la iglesia como un cuerpo? Quizá, pero cada uno de nosotros puede reclamar de forma individual la promesa y pedirle al Señor que le envíe personalmente a Elías. La condición, naturalmente, es estar dispuesto a recibirlo. Sí, cuando el Señor promete, cumple. ¿Cómo crees que va a ser la visita del hombre que se enfrentó con el rey Acab y con todo Israel? Te va a decir la verdad si estás realmente en disposición de recibirla. Pero recuerda: no hay verdad fuera del amor (ágape, Efe. 4:15). Elías es un hombre de amor genuino. No es descortés ni tosco.

¿Cuál será la obra de Elías? "Hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres" (Mal. 4:6). ¡La obra se va a efectuar en el corazón! Se enternecerán corazones endurecidos, corazones distanciados vendrán a reconciliarse, se restaurará el ministerio del amor; cuando los corazones se perdonen mutuamente en amor, se derramarán lágrimas; se reavivarán sentimientos amorosos que habían estado muertos; se reanudará la comunicación interrumpida entre corazón y corazón; las relaciones enfriadas volverán a la entrañable calidez. La venida de Elías será una re-edición de Efesios 4:31 y 32: "Quítese de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia. Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo".

Elías vendrá con toda seguridad, puesto que así lo prometió el Señor. Vendrá a esta generación "si queréis recibirlo" (Mat. 11:14); si no, habrá de esperar a otra generación futura. El Señor no va a enviar a Elías si es que éste tiene que volver a refugiarse fuera de "Israel", en algún arroyo de Querit, o en casa de alguna viuda de Sarepta (1 Rey. 17:3 y 9).

R.J.W.