Querido amigo y amiga:

Hay millones de musulmanes que se horrorizan a causa de dos hechos, percibiéndolos como dos grandes obstáculos que les impiden ver a los cristianos de forma amigable, y al cristianismo como una religión atractiva: (1) Las cruzadas de los siglos XI al XIII demostraron de una vez y para siempre que el "cristianismo" es una religión cruel e injusta (aseveran ellos); y (2) La doctrina cristiana de que la justicia de un Hombre puede sustituir moralmente la injusticia de otras personas (¿qué juez autorizaría que la pena del culpable recayera sobre el inocente?, ¿se podría llamar justicia, en términos humanos, a esa sustitución vicaria?). De hecho, los teólogos musulmanes relacionan las cruzadas y en general la inmoralidad percibida del mundo cristiano, con la doctrina de la sustitución vicaria. Es moralmente injusto, es reprobable, -dicen. Esa doctrina les parece una coartada para la inmoralidad, les parece como un negocio distante entre dos desconocidos, que se traduce en una trampa legal.

Hay que decir sin ambages que las cruzadas no fueron una representación del auténtico cristianismo bíblico, sino precisamente la perversión del mismo (también la Inquisición). Ahora bien, ¿podríamos explicar más claramente la doctrina de la sustitución a los musulmanes?, ¿acaso no enseña igualmente la Biblia la verdad de la sustitución correspondida?

En su primera lección sobre la cruz, Jesús nos dijo: "Si alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame... todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará" (Mat. 16:24 y 25). Pablo comprendió esa idea de la sustitución correspondida: "Con Cristo estoy juntamente crucificado" (Gál. 2:20). "¿No sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?, porque somos sepultados juntamente con él para muerte... fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte... nuestro viejo hombre [el amor al yo] fue crucificado juntamente con él... si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él" (Rom. 6:3-8) ¡Es solamente SI morimos con Cristo!

Si nuestros predecesores que organizaron las cruzadas lo hubieran entendido, la historia del mundo habría sido muy diferente. Orar por la conversión de los musulmanes es bueno, pero no es suficiente: les hemos de explicar el evangelio claramente, en su verdad; y antes de abrazarlo, tienen todo el derecho a verlo ejemplificado en cristianos convertidos. "Los cristianos debiéramos ser los últimos en este mundo en ceder al espíritu de persecución en el más mínimo grado", escribió una pluma inspirada.

R.J.W.-L.B.