Querido amigo y amiga:
¿Cuán buenas son las Buenas Nuevas del evangelio?
- Dios el Padre te ama tanto como a su propio Hijo (Juan 3:16).
- El Hijo está atrayendo a todos hacia sí mismo (Juan 12:31-33).
- Nadie puede acudir a él, a menos que el Padre tome la iniciativa de atraerlo (Juan 6:44).
- Jesús recibirá a todo aquel que esté presto a responder a esa atracción. Él prometió no echar fuera a nadie, por pecador o insignificante que se sienta o sea (vers. 37).
- Dios ha tomado la iniciativa de conceder a cada uno de nosotros una "medida de fe". No trates de excusarte alegando que la fe está fuera de tu alcance. No es cierto (Rom. 12:3).
- Nada que no sea nuestra propia elección de resistir esa atracción, puede impedirnos el cielo (Juan 3:18 y 19).
- Como leemos en Efesios 2:8 y 9, somos salvos por gracia, por medio de la fe. Nuestra fe no es nuestra salvadora –sólo Cristo es nuestro Salvador-. Hasta la fe que ejercemos es un don de Dios (nada de qué jactarnos).
Eso nos lleva a concluir que:
- La salvación de todo el que sea finalmente salvo, habrá sido enteramente la obra de Dios: el eterno don de Dios en Cristo.
- El que se pierda por fin, lo será exclusivamente por su propia obra de resistir y rechazar lo que Dios hizo por él mediante Cristo y el Espíritu Santo.
- Como sucedió con Esaú, Dios ha concedido a cada uno, en Cristo, el don de la primogenitura. Esaú lo poseía; nadie se lo podía arrebatar. Pero por decisión propia lo despreció y vendió. ¡No lo imites!
R.J.W.