Querido amigo y amiga:

Alguien nos pide que expliquemos en qué consiste el Nuevo Pacto.

Es un mensaje de eternas Buenas Nuevas, tan claro, tan exento de legalismo, con tal capacidad de cambiar el corazón, tan lleno de poder, tan motivador, que está destinado a "alumbrar la tierra con su gloria" (Apoc. 18:1-4).

Es el mensaje que Pedro predicó en Pentecostés, renovado y proclamado en una madurez de conceptos que superará la seducción del moderno intelectualismo. Paralelamente con ese incremento del conocimiento profético anunciado por Daniel (12:4), habrá en los últimos días una comprensión del evangelio mucho más profunda, según el mensaje del nuevo pacto, o pacto eterno.

No es un "nuevo" evangelio, ni es "otro" evangelio, sino una comprensión más profunda del "evangelio eterno". Se edifica en el Fundamento sobre el que construyeron Pablo y los reformadores del siglo 16. No niega verdad ninguna que el Señor haya revelado a su pueblo en edades pasadas, es "como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto". Los "justos" encuentran su alegría en esa senda (Prov. 4:18). A lo largo de toda la historia, personas sinceras han abandonado el error a favor de la verdad, tal como hizo Abraham al cambiar la adoración de la luna y el sol por la adoración del único Dios verdadero. Pero el pueblo de Dios nunca ha estado más necesitado que ahora de una comprensión clara del evangelio, y de corazones humildes para aceptar que aún no la posee. Seguir a Cristo es un proceso dinámico en el que uno descubre siempre nueva verdad, mientras que va desechando viejo error; todo ello a medida que el Señor nos revela mayores profundidades de su bondad y misericordia infinitas.

El Nuevo Pacto es la promesa hecha por Dios y cumplida en Cristo; son las diez palabras convertidas por el evangelio en diez promesas. El Viejo Pacto es la promesa hecha por el hombre, según la cual obedecerá la ley de Dios. Puedes ver buenos ejemplos de la vanidad de las promesas hechas por el hombre en Éx. 19:8 y en Mat. 26:33 y 35, y también en las promesas que sin duda hiciste algún año nuevo...

Alguien escribió: "Vuestras promesas y resoluciones son tan débiles como cuerdas de arena... El conocimiento de vuestras promesas no cumplidas y de vuestros votos quebrantados debilita la confianza que tuvisteis en vuestra propia sinceridad, y os induce a sentir que Dios no puede aceptaros" (CC 47). El Viejo Pacto, tal como escribió Pablo, "produce servidumbre". Puedes leer la Biblia de principio a final y observarás que Dios nunca te pide que le hagas promesas a él. Sin embargo, espera que creas en las promesas que él te hace a ti. Lee Jer. 31:31-34; Eze. 36:23-27; Heb. 8:8-13 y 10:16, y hazte esta pregunta: ¿Quién es el que promete? Si es el Señor quien promete, y tú lo crees, ¡son muy Buenas Nuevas! Es el Nuevo Pacto, siempre que no decidas "comprar" el don, y pienses que puedes pagarle su perdón con alguna promesa tuya.

R.J.W.-L.B.