IMPORTANCIA DEL PACTO ETERNO
LB, 4 febrero 2022

 

1. El pacto eterno es el hilo conductor que recorre la Biblia desde Génesis a Apocalipsis.

2. El pacto nos antecede: es eterno. Tiene que ver con la entrada del pecado en el universo, no sólo en esta tierra. Tiene que ver con el origen del conflicto de los siglos y con su resolución; no simplemente con nuestra salvación personal.

3. El evangelio es la buena noticia —o comunicación— del pacto. Es la manifestación de la gracia. Es la justicia por la fe. Tener el pacto equivocado es tener equivocado el evangelio y el carácter de Dios. La postura verdadera sobre el pacto no podemos aprenderla de otras denominaciones cristianas que la profecía define como formando parte de Babilonia.

4. Comprender la verdad bíblica del pacto hace la diferencia entre ser un desobediente, presuntuoso y confiado antinomianista, o bien ser un súbdito obediente del reino de Dios. Hace la diferencia entre ser un legalista satisfecho, o bien un humilde seguidor de Cristo que está siendo salvo por su gracia.

5. Si no tenemos una clara comprensión del pacto eterno, indefectiblemente incorporaremos a nuestra comprensión del evangelio conceptos del viejo pacto que llevan a la tibieza laodicense, al desánimo de la “esclavitud” (Gál 4:24) o incluso a la incredulidad.

6. La sangre de Cristo, el Cordero inmolado desde el principio del mundo, es “mi sangre del nuevo pacto” (Mat 26:28). Eso no invita a la ambigüedad o a la indiferencia.

7. Nosotros, como pueblo, necesitábamos desesperadamente la verdadera comprensión del pacto eterno o nuevo pacto. Dios nos la dio mediante los pastores E.J. Waggoner y A.T. Jones, quienes razonaron bíblicamente ese tema crucial que es el centro del mensaje dado en 1888. Dios mostró en visión a Ellen White que el pastor Waggoner tenía la postura correcta sobre los pactos [Cita-1].

8. Hoy seguimos necesitando como pueblo comprender la verdad del pacto eterno. Seguimos leyendo en literatura oficial posturas similares o idénticas a las de quienes se opusieron a Waggoner y Jones respecto a los pactos [Cita-2]. Es tiempo de que dejemos de malgastar nuestros poderes de investigación presentando una comprensión que difiere de la que el Señor nos dio en la era de 1888.

9. Sólo podemos amar a Dios en la medida en que lo conocemos, y lo conocemos especialmente a través de su acción salvífica en Cristo, que es en lo que consiste el pacto eterno. En ausencia de conceptos claros respecto al pacto no podemos tener conceptos claros respecto al carácter de Dios. Entonces asignamos un papel equivocado a la ley y a la fe. Ponemos nuestra fe en lugar de la fe de Cristo, y ponemos nuestra obediencia donde debiera estar su obediencia manifestada en nosotros. Le hacemos promesas a Dios en lugar de creer las promesas que él nos hace a nosotros. Entonces brilla esperpénticamente la acción humana y se empequeñece la gracia. No queda abatido el orgullo del hombre, y no brillan los encantos incomparables de Cristo.

10. “Este evangelio del reino será predicado en todo el mundo por testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mat 24:14). La predicación de ese evangelio, de la buena nueva del pacto eterno, es el último acto que precederá a la venida de Cristo. No consistirá ciertamente en ideas confusas, indefinidas o contradictorias respecto al pacto eterno. Dios no puede concedernos el poder del Espíritu Santo en el fuerte pregón sin que tengamos conceptos claros y definidos acerca del evangelio: no sin haber recibido antes con provecho la lluvia tardía. Dios nos conceda su Espíritu Santo en este Congreso, a fin de que abramos nuestro corazón a los encantos incomparables de Cristo y salgamos al mundo a darlos a conocer.

 

Cita-1

Desde que hice la declaración el sábado pasado de que la comprensión de los pactos tal como la había enseñado el hermano Waggoner era verdadera, parece que muchas mentes se han sentido aliviadas... Estoy feliz porque el Señor me urgiese a dar el testimonio que di

(Carta de Ellen White nº 30, 1890)

 

Cita-2

Anteanoche se me mostró que las evidencias en relación con los pactos eran claras y convincentes. Usted mismo [U. Smith], el hermano Dan Jones, el hermano Porter y otros están malgastando sus capacidades de investigación al intentar sostener una posición sobre los pactos distinta a la que ha presentado el hermano Waggoner. Si hubieran recibido la verdadera luz que brilló, no habrían imitado ni seguido la misma forma de interpretar y tergiversar las Escrituras que caracterizó a los judíos… El asunto del pacto es una cuestión clara, y será recibida por toda mente sincera que esté libre de prejuicios

(Carta de Ellen White a Uriah Smith, 8 marzo 1890, Battle Creek, Mich. Carta 59, 1890. The Ellen G. White 1888 Materials, 604).