Querido amigo y amiga:

¡Cuánto habíamos esperado haber aprendido lecciones de la segunda guerra mundial, de la guerra de Corea, de la guerra de Vietnam! Pero una vez más vemos la violencia y el odio estallando en masacres y penosas multitudes huyendo en busca de refugio a lugares que difícilmente pueden ampararles. "Crisis en Kosovo", es el titular recurrente que deja en segundo lugar a todos los demás.

¿Dónde está el "Príncipe de paz"? ¿Qué hace Jesús? ¿Acaso es impotente para intervenir? ¿No es el Rey de reyes y Señor de señores?

   (1) Aún NO es "Rey", puesto que todavía es Sumo Sacerdote ministrando en el santuario celestial su sangre derramada en el Calvario. Así nos lo dicen los libros de Hebreos (4:14-16; 7:25) y Apocalipsis (11:15-18).

   (2) Será Rey una vez haya cesado como intercesor en ese ministerio sumo-sacerdotal (Apoc. 19:1-16; 22:10-12).

   (3) Adán cedió el señorío de este mundo a Satanás. Él es ahora "el príncipe de este mundo" (Juan 12:31; 14:30). Una gran mayoría en este mundo ha escogido adorarlo a él (Apoc. 13:8), y es por eso que fueron "los príncipes de este mundo" los que crucificaron "al Señor de la gloria" (1 Cor. 2:8).

   (4) Lejos de ser todavía "Rey de reyes" y Príncipe de príncipes, Jesucristo sigue "despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto" (Isa. 53:3). Muchos, incluso entre los que se aplican el nombre de "cristianos", son en realidad sus enemigos (Mat. 7:21-23; 25:11 y 12; Luc. 6:46). Analiza las noticias: son "cristianos" los que están masacrando a la etnia musulmana albanesa. Y son "cristianos" quienes, durante cerca de mil años han masacrado a los judíos, originando un prejuicio casi imposible de erradicar.

   (5) Aunque Satanás es "el príncipe de este mundo", Jesús puede obrar mediante aquellos "que siguen al Cordero por dondequiera que va" (Apoc. 14:4). Él dispone que sean "la luz del mundo", y "la sal [preservadora] de la tierra" (Mat. 5:13-16). Es debido a ello que Él puede comisionar a "cuatro ángeles" a contener "los cuatro vientos de la tierra" para impedir que la tierra se convierta en un infierno anticipadamente (Apoc. 7:1-4). La mejor manera de ayudar al presente y los futuros Kosovos es el arrepentimiento, el reavivamiento y la reforma en la iglesia que profesa constituir el cuerpo de seguidores de Cristo. Y eso comienza por ti y por mí, hoy y ahora.

R.J.W.